Constelación:
Conjunto de puntos que, mediante trazos imaginarios, formo en tu espalda por las noches, evocando figuras determinadas. La luz estelar la llevas dentro tú.
Hablaba con el corazón en la mano,
sobre historias sin pies ni cabeza.
La lluvia sigue golpeando con fuerza la cabina, pero la conexión no se termina, por muchas lágrimas que la distancia envía.
Colgaste la única llave de salida en un árbol que fue creciendo con los años, para que cuando llegase la hora de irte, solo pudieras huir volando.
Libre hacia el futuro.
Su mano sobre mi espalda era como volver a pisar la playa después de una eternidad.
Atravieso mis preocupaciones como una katana el agua de la cascada que cae de forma interminable. El corte las repele, pero con el tiempo me desgasta.
Hay seres de luz
y seres que iluminan.
Contigo creo que por muchas vueltas que de la vida, el azar del viento nunca llegará a apagar todo lo que contigo sonrío, disfruto y siento.
Mientras la tinta se apaga,
el silencio sigue escribiendo páginas en blanco como si no hubiera un mañana.
Tú se lo permites
Y nadie gana.
De este bote solo me bajo si es para impulsarlo porque el viento haya decidido no soplar a nuestro favor.
Estás en la flor de la huida,
vuelas con tus propias balas,
caes siempre de piel.
Unas veces sanas
y otras hieres.
Te has acabado por rehacer
de frases hechas.
En tus huellas dactilares hay
olas y mares
horas y bares
ondas y azares
notas y verdades
que nadie puede borrar.
Tenía una marca de neumáticos sobre la espalda, por cada frenada de emergencia que su corazón había tenido que hacer en la vida.
En tiempos de tormenta
vacías mis bolsillos de tristeza
aliada de sonrisas
compañera de guerras.
Voy sanando
con pequeñas acciones
que no se sienten
pero permanecen
en un goteo invisible
hasta que ya no distinga
si me sigo curando
o empiezo a quererme.
Cada vez vuelves más
pero demuestras menos
el resultado del juego
es que los dos perdemos
hasta llegarnos a desganar.