Verte siempre será para mí
como un amuleto de buena suerte.
Ni el mejor de los guionistas puede prever lo que la vida tiene planeado para ti.
Protagonista de una lucha sin fin.
Apuesta por ti
y por todos tus compañeros
que te apoyarán hasta el final
hasta que cumplas todos tus sueños.
De pronto una racha de viento gira y el bosque de hojas caídas ya no vuelve a ser el que era. El mundo sigue igual, pero los árboles lo viven de otra manera.
Avanzabas despacio hacia el futuro y protegías tu espalda por lo que pudiera traer el pasado.
Así eras tú.
Tortuga de lo inacabado.
Las plantas saben el límite de la fotosíntesis de realidad: cuánta tristeza pueden admitir, para no dejar de dar felicidad.
Nuestro destino no era estar juntos, solo encontrarnos, el resto de la historia la tenemos que escribir nosotros.
Su mente era un Estado,
en el que cada día
dedicaba espacio y tiempo
a buscar la paz.
No necesitaba esperar el mordisco de una araña radioactiva, el poder para mejorar la vida de las personas de su alrededor era inherente a su condición humana.
El error nunca falla.
Somos nosotros los que intentamos retrasar el momento llamando acierto a lo que siempre ha sido conformismo.
En mis brazos siempre habrá un lugar en el que descansar de la vida.
Ocurre que a veces la vida es la piedra de demolición de unas ruinas que somos incapaces de abandonar, pero que nos generan una enorme inestabilidad.
Hay meses que son tormentas
y años que son tempestades.
Pero vernos al otro lado
hará que miremos atrás con el orgullo de haber salido adelante.
Sea el día que sea
al atardecer
piensa en mí
porque yo estaré
creyendo en ti.
Siempre se lleva el río
todo aquello que nuestras orillas
no pudieron mantener consigo.
Musical, cromática y contigo.
Son mis tres tipos de armonía preferidos.