Tu lluvia
nunca podrá inundar mi zanja
porque el miedo
no puede escalar
esta tierra de por medio.
Se tu propio jefe:
trabaja en quererte,
cóbrate solo los errores indispensables
y date vacaciones de tus miedos e inseguridades.
Mientras siga soñando a tirones
necesitaré el doble de fuerza
para afrontar los días hechos a jirones.
Esto no va de cambiar mundos
sino de ser apoyo y tener fe:
de que yo voy a estar aquí,
y de que tú lo vas a conseguir.
En un craso error
el querer cambiar ciertas cosas
solo porque no podamos arreglar la que realmente nos importa.
En un universo de caos,
el orden solo puede ser improvisado.
Una contundente cantidad de respeto,
mezclada con cucharadas de reciprocidad
y un propósito conjunto de que nos vaya mejor.
Son la receta de cualquier relación
y de ahí el amor sale solo.
Cada cierto tiempo,
como si de un colchón se tratara,
giro mi mente
para ver si se ha borrado
tu silueta de mi memoria.
Desde que te fuiste
algo de mí también se ha ido
y no va a volver.
Sonrisas
a fondo perdido.
Hasta que la moneda no caiga,
la victoria es posible
y yo seguiré girando el mundo
para que lo haga de nuestro lado.
Blasfemo como un marinero, en alta mar, que sabe que la tormenta forma parte de su nueva realidad.
Más allá del mínimo vital,
lo que cambia tu vida son las personas que buscan tu felicidad,
nada que ver con lo que se pueda comprar.
Pintas alegría en todas las realidades que vas transformando.
Artista de sonrisas
reina del cambio.
Las ganas de celebrar
nunca necesitan grandes motivos
ni tienen fecha de caducidad.
Al menos yo haré de esto
un bello recuerdo
al que volver.