Hasta que no pasó por el simulacro de incendio, no se dio cuenta de lo quemado que estaba en el trabajo.
Importa hacia donde apuntas,
no las veces que disparas.
Alguien cambió las agujas
y nuestro tren
encontró sus propias vías.
Las redes sociales son redes de arrastre en la que ya no nos preguntamos si merece la pena toda la gente que sigue nuestro viaje.
Cuando la respuesta es siempre «no»,
la pregunta tiende a acabar desapareciendo.
Arrastraba capítulos
para evitar pasar determinadas páginas.
He vivido en otras miradas
pero nunca tan feliz
como en el hogar de tus ojos.
La de historias que no se habrían escrito
si hubiéramos conocido el final de antemano.
Sueños profundos
despertares desde el más allá.
Dejémonos inundar
por el sentimiento de felicidad
cada vez que la ocasión
nos deje un espacio para disfrutar.
Todos tus pasos llevan
a bosques llenos de historias
escritos en hoja caduca.
Yo cada día te pienso
con un cariño infinito
y me pregunto cuantas veces tú
lo harás de ti misma.
Aún así
a veces llegaban postales
de sitios inimaginables
porque el silencio y la distancia
nunca sobreviven demasiado.
El desprendimiento de sus recuerdos
provocó nostalgia en la otra parte del mundo.
Un día se fue sin más tardé demasiado en darme cuenta de que mis palabras necesitaban unas vacaciones sin ticket de vuelta.