El olvido que es un duro negociador
y no admite regalos
que sabe el precio de tus recuerdos
y no duda a la hora de cobrarlos.
En este principio de cuerda perfecta,
que se ata a mi mirada,
sin nudos
y al tocarla,
tu risa estalla,
como una sinfonía inacabada.
Recuerdo vagamente lo que fui,
seguro algo queda de aquello,
sin embargo algunos cambios son inciertos
y he empezado a temerlos.
Pese a que la humanidad tenía el mismo sistema horario, el tiempo no pasaba igual para todos y yo siempre llegaba tarde a tu lado.
El ser humano comparte la esencia de la mentira
ya que cuanto más se acerca a la verdad, más posibilidades tiene de desaparecer.
Aquellos mapas carecían de un tesoro que yo pudiera desear
pero disfrutaba la aventura
las playas
ver cada mañana el mar.
Cuando anochece
aún puedo vera lo lejos en la distancia
las líneas de luz que dejan las puertas que dejé entrecerradas.
Perdí mi barco
no sabía dónde estaba
los caminos eran peligrosos
y a veces me ahogaba.
Pero sabía el rumbo
y hacia allí avanzaba.
Me vuelvo al principio,
no sé muy bien a cual,
comencé tantas cosas,
que no todas han tenido su final.
Quedan tres puntos.
queda un Continuará.
El destino solo era una línea temporal más, de entre todos los futuros posibles. Con pistas escondidas y cercana a la felicidad.
Entonces piensan a la vez,
uno en el otro,
y el otro en uno
tres pasos en la arena,
que parecen un mundo.
No hay nada peor que tener que empezar, otra vez, aquello que no quisiste acabar bien.
Historias enlazadas con hilos de volver.
No te dejes engañar por mi aspecto.
Las arrugas habitan en mi alma como las muescas de un recluso que cuenta los días en su jaula.
Desequilibrio impuesto.
Tu mío,
era mi nuestro.
Esto puede ser el final de todo
y pese a que tú sobrevivirías a cualquier comienzo.
¿Cuánto te estas esforzando por mantenerlo?