No ocurren por arte de magia.
Los sueños son seres irresolutos, esperando a que los seres humanos los podamos cumplir.
Quizá haya algo mejor que hacer con esa fuerza
que empleamos en evitar
que se reabran viejas heridas
que hace tiempo cicatrizaron.
Sin quererlo,
la mitad de mis pasos van hacia ti,
la otra mitad quieren huir
y así, tropezando así,
no se puede vivir.
No sé
cuál de los dos juega peor al escondite:
Si tu recuerdo, que se oculta a simple vista;
o yo, que hago como que no lo veo.
Por la noche, los niños perdidos en los cuerpos adultos salían en sueños a jugar.
Cuando me miras a los ojos,
cantan las alarmas,
saltan las sirenas,
cuerpo en blanco.
mente a tierra,
parpadeo a latidos
mi condena.
Siempre miro dos veces,
antes de saltar entre hilos de sueños:
una por el miedo a lo corriente,
otra por el miedo a no cumplirlos.
Para el principio
Para el final
Para el beso
Para el dudar
Para el miedo
Para el perfeccionar
Para ti
Nunca pares de soñar.
Aprendimos de los viejos casetes: Siempre llega un punto en el que hay que dar un giro, para que siga sonando música en la vida.
A veces podemos sentarnos en el cine de la nostalgia a ver los momentos, que no van a volver, pasar por la pantalla una y otra vez.
Soy promesas, confianza y sentimientos desestructurados por mis circunstancias.
Menú cerrado.
No se sirve fuera de carta.
Es tan complicado odiar a alguien que te hace daño, sin provocarte ni una sola herida.
Te escribo con la fe del lobo solitario
que aúlla las noches de luna nueva
con la certeza de que está ahí
aunque no la vea.
Hay quien prefiere arder a fuego lento que alzar la voz, por si el aire que expulsa por la boca, pueda provocar un incendio.
Se fue a la nada
a ver si encontraba algo
porque en medio de todo
solo veía nada
y esperaba que ese algo
pudiera significarlo todo.