Llegó el final
del inicio.
Haz y deshaz
los nudos que necesites.
Veremos quién tiene razón
cuando el tiempo se desenlace.
Nadie acepta peor que el sol
las despedidas obligadas,
que hace del cielo,
un infierno de fuego,
nubes
y llamas.
Álbum:
Los mayores éxitos de la banda sonora de tu vida.
Canción:
El sonido de tus pasos alejándose del lugar donde ya no eres indispensable.
La moneda seguía buscando la suerte por el cielo.
Mientras volara, todo seguía siendo posible.
Pero cuando comenzó a caer,
el miedo se apoderó de ella
y empezó a girar
contra la gravedad y el viento
para no caer de cara con el suelo
Naciste lunes.
Aunque el resto del mundo te odiaba,
hacías lo posible para que cada mañana
fuera como el sábado que nunca te dieron la oportunidad de ser.
Mientras los demás se dedicaban a recopilar regalos,
yo buscaba los sueños que se habían quedado varados el año pasado.
Era hora de recuperarlos.
Somos un par de horizontes
tratando de abarcar el mundo
ni cielo, ni mar,
ni suelo, ni estrellas
solo dos mitades
tratando de encontrar su sitio
en este caótico universo.
En una época en la que la gente trataba a los demás como objetos, no era un disparate hablar de obsolescencia programada en las relaciones.
Llevaban tanto tiempo sin acercarse a la luz, que ninguno de los dos se percató de que las sombras del otro habían cambiado.
Sigues cruzando mi pensamiento, a pesar de que se encuentra repleto de minas anti(tu)persona.
Siempre se bajaba en marcha nunca aceptaba las despedidas mientras siguiera en movimiento -pensaba- ninguna historia se cerraría.
Se abrazaban
ya sin miedo ni dudas.
Solo con la indudable certeza de que no había vuelta atrás
y que soltarse sería para siempre.
He escrito en el pasado frases que hoy definen mi presente.
Si estoy profetizando mi futuro
¿qué haces que no vuelves?
Seguridad plena
de que nunca desaparecerán las ganas de huir.
A veces solo necesitamos que alguien nos quiera como somos, que no intente repararnos, que algunas de las más bellas melodías también fueron momentos rotos.