En cierta medida, la vida era fácil cuando algo ocupaba todo tu tiempo, no tenías que plantearte qué hacer con el restante.
El peor retroceso
no ocurre al disparar
sino al quedarte sin balas.
La fuerza no se mide por la carga que puedas sostener en un día, sino lo lejos que puedas llevarla durante toda tu vida.
Se me recordará más por mis silencios inescrutables, que por mi estupidez demostrada en frases hechas y vagas.
Siempre terminamos hablando de ti, porque nada cambiará el cariño que dejaste con nosotros.
Sigo escuchando el CD que grabamos con las canciones favoritas de todos y rememoro la magia de aquellos días.
Mientras la línea de meta
siga en movimiento
no tendré motivos
para quedarme quieto.
En pleno apagón
todo el mundo buscó
la mejor forma de arrojar luz
en la vida de los demás.
Las series y las redes sociales
evitan el miedo que sentimos al detenernos a reflexionar
y que determinados pensamientos nos den alcance.
Yo volvía una vez al mes a verte
para que mis historias llenaran tus horas
y para que tu sabiduría guiara las mías.
La virtud de concentrarse en una tarea hace a los humanos
sentir control de su microuniverso en el centro de este completo caos.
Me acuesto
esperando que la noche oscurezca todo menos mi camino
y antes de que acabe el ciclo el sueño me ha perdido.
Ese instante
en el que te cortas con los trozos al intentar recomponerte.
Se encontraban en un impás,
demasiado movido para estar en calma
y no lo suficientemente tormentoso para ser una tempestad.
Competían como la primera frase de una canción y su estribillo: por ver quién despertaría más emociones de lo vivido.