Pusiste en nosotros el peso de toda tu felicidad y aún sigo lanzando piedras al lago, para no ahogarme cada vez que lo intento cruzar.
Tus luces de frenado
nunca deberían marcar tu posición en la vida.
Esa sensación
de correr para alcanzar un tren
que nunca está
en nuestro andén.
En algún momento
todos buscamos el camino de las sombras porque no podemos seguir quemándonos.
El largo mal trago que conlleva
purgar del cuerpo determinados venenos, a la larga termina siendo una inversión para años y años venideros.
Derribo los muros que construí un día y por cada ruina que creo, siento que, algo en mi interior se fortifica.
La vida es como una partida de tetris en la que, cada cierto tiempo, van saliendo piezas que tenemos que tratar de encajar.
Aprendí a escuchar lo que mi cuerpo necesitaba
y no lo que mi alrededor esperaba de mí.
Puede que la tormenta me haga dudar,
pero nada ni nadie puede detener ya mi vuelo.
Cuando llegamos a cierta edad
entendemos que las relaciones fluidas
se tienden a filtrar entre las grietas
que nunca se llegaron a trabajar.
Escapad
de aquellas personas que usen su fragilidad como excusa para haceros daño.
Se puede aprender mucho mirando los lugares donde golpeó el martillo cuando se forjaba su personalidad.
La de buenos recuerdos que guardamos en el mismo frasco que el olor a hierba recién cortada en verano.
Esta sensación constante
de subir a contracorriente
el curso de un río que no has elegido.
Date tiempo para coger aire
llevas demasiado tiempo
tocando el fondo
de este planeta.
La espera
de quien espera
aprender a esperar.
A veces los susurros
destacan por encima
del ruido general de la vida.
Nuestro momento mental
muchas veces viene determinado
en hasta dónde nos podemos proyectar al futuro.
Al final llegarás al mismo lugar, pero necesitas recorrer el camino largo y doloroso porque atajar significa renunciar a cosas para las que no estás aún preparada.
A nadie le sorprendió la llegada de la Inteligencia Artificial, el ser humano llevaba décadas viviendo en piloto automático.
Su historia
era un símbolo infinito
de puntos suspensivos.
Sigo siendo el mismo idiota
que deja vencer al miedo
y perder otra batalla.
Las canciones que guardabas
para cuando todo fuera bien
empezaron a sonar
mucho antes de lo esperado.
La vuelta a la realidad siempre es más dura dependiendo de la distancia de multiversos que necesites recorrer hasta alcanzar la tuya.
Cuando puso todo en orden
se dio cuenta de los verdaderos lugares
en los que su corazón latía
melodías de quedarse.
Jugamos a ser dos adolescentes escondidos tras el telón de una vida de adultos de la que llevábamos meses huyendo.
En ese oasis que creamos
dejó de existir el desierto.
Más importante que las ramas que crecen, a la vista de todos, libres hacia el cielo, son las raíces que se desarrollan en silencio atravesando todo lo que encuentran por el medio.
Diste hasta lo que no tenías para dar y paradójicamente
es lo que más tiempo te está costando recuperar.
Todo fluye a este lado del lago
pero ambos tememos las cataratas que nos esperan al otro lado.
Quizá la peor lección que podemos aprender es que es posible curar las heridas que nosotros no infligimos.