Tengo una sensación constante de que tú y yo,
ya nos hemos olvidado antes.
Pero por esa sonrisa,
volvería a arriesgarme.
Aprendimos el valor de la paciencia
que la era de la inmediatez nos había robado,
en cierta medida podríamos decir,
que estar atrapados, nos liberó.
Todas las buenas historias tienen algo de mentira, por eso empezaré diciendo: que volvimos a encontrarnos en un pequeño espacio entre tormentas.
Dejé que te acercaras a la distancia suficiente,
como para que cualquier huida acabase siendo,
una estampida contra mis sentimientos.
Guarda en un tarro todo el tiempo que dure este encierro,
porque cuando volvamos a estar juntos,
lo haremos eterno.
Creí haberte encontrado
en el lugar más insospechado
pero solo era la sombra
de mis propios anhelos
proyectados hacia alguien
que no conocía realmente.
Trajiste luz a mi vida
en forma de fuegos artificiales
que desaparecieron contigo
del mismo cielo
dejando a la vista
toda la oscuridad de mis grietas.
Una vez superas la línea de extenuación,
rendirse deja de ser una opción.
Pero antes de que te vayas para siempre,
déjame decirte que nos estamos rindiendo antes de saber siquiera,
si en mitad de este pasto de dudas y miedo, algo podría crecer.
Me esperabas como agua de mayo, pero alguien te había robado el mes de abril, así que me encontré en marzo destemplado y sin saber hacia dónde ir.
A menudo suenan igual
un tren que llega
y uno que se va.
Quisiera sujetar tu mano,
decirte que todo va a ir bien,
pero te has alejado tanto
que parece que no vas a volver
así que lo dejo aquí escrito
a merced del mismo viento
porque dudo que lo vayas a leer.
Intentas refugiarte en tu guarida más íntima
donde ni siquiera yo pueda alcanzarte,
creando un muro de silencio
que no termina de protegerte,
pero no deja de aislarte.
Si por algún casual,
quedaras atrapada en una de estas historias,
quizá y solo eso, quizá,
algún día quieras que empecemos a escribir la nuestra propia.
No sé si estamos hechos el uno para el otro, pero desde luego,
su ingenio es capaz de afilar cualquier espada.
Y yo siempre he sido una guerrera.