Cuando creas que el futuro se esfuma, piensa en mis certezas y verás como reaparecen los momentos hacia la felicidad que nos espera.
Sigo contando cuatro
a los tres pies del gato.
Se escucha el tic-tac
de tinta goteando
porque las palabras no salen
y el papel se echa a perder.
Quizá
si produjera algún sonido
la gente tocando fondo
nuestra humanidad
sería incapaz
de hacer oídos sordos.
Vivimos los mismos días
pero qué diferentes fueron
para cada una de nosotras.
Esta tierra de nadie
avanza más deprisa
que cualquier ejército de la historia
y ya no sé
dónde está la frontera para ir,
ni el camino para volver.
Las imperfecciones
son lo que nos hace
evolucionar.
Perdí la constancia
pero mantuve el espíritu
y así
con esfuerzos inesperados
sigo manteniendo el pulso
a mis objetivos más estancados.
La vida no cambia cada 7 años,
sino cada vez que te cosquillean las manos, por una decisión que te acerca a una nueva felicidad.
Buscabas tu felicidad
quemando puentes
y en esa isla desierta
no entendías
dónde estaba tu gente.
La gente ya no viaja,
solo sube fotos de sus destinos.
Tus silencios
decían demasiado
casi tanto
que cualquier palabra
que pronunciaba
caía infinitamente
en un pozo sin fondo.
Cuando discutimos
debería existir un botón
de recordar contraseña
para desbloquear los sentimientos
que las malas emociones bloquean.
La nostalgia
es el último recurso de la memoria
para que sintamos una ligera satisfacción, manteniendo vivos determinados recuerdos.
𝗛𝗼𝗴𝗮𝗿
se escribe con las letras
de tu nombre y apellidos.