La vida es una serie de eternas despedidas donde no importa quién se va, sino lo que queda en el alma de los que se despiden.
Solo porque creas que no hay otra pieza que quiera encajar, en ese hueco, no significa que sea la adecuada.
Y si te vienes conmigo prometo que será una historia que no haya escrito nadie.
Un relato perdido sobre un interminable viaje.
Ella era preciosa
aunque no diría que fuera especialmente guapa
¿Acaso importaba?
Su sonrisa hacía que todo alrededor brillara.
La ceguera es, simplemente, los sentidos envenenados por las falsas expectativas que nos inoculamos a nosotros mismos.
En el callejón de las palabras, que nunca se dijeron, los silencios tienen eco.
Nunca le importó recorrer laberintos
hasta perder un poco de cordura
si con ello conseguía salir
con algún nuevo tipo de locura.
Me volví
tu opción no elegida
tu duda constante
tu oportunidad perdida
la ruta que no tomaste
El arrepentimiento de cada día.
-Pero bailar por bailar no tiene sentido.
-Como la mayoría de las cosas importantes de la vida supongo.
Todo irá bien,
siempre tuvimos fama de valientes
llevaremos a cuestas la carga
tan lejos como dure el recuerdo de nosotros.
El destino me buscaba las cosquillas
hasta que enloqueciera de la risa.
¿Merecía la pena aquella felicidad aunque fuera fingida?
Nunca te fíes de las personas que están enteras:
o son demasiado frías
o nunca se han arriesgado por nada en la vida.
En ese mismo instante descubrí que sonreírte había sido el acto más reflejo que había tenido en toda mi improvisada vida.
Si se pudiera escuchar el sonido de dos personas que se piensan a la vez. Tú y yo viviríamos en una eterna tormenta de verano.
Tú crees que me conoces
que yo soy tu comba para jugar
Pero lamento decirte que te equivocas
me sobran cuerdas para saltar.