Tu manera de pensar
debería considerarse
un nuevo género musical.
Desde algún lugar lejano
alguien sigue disparando flores
que solo alcanzan el ánimo
de quienes nunca han renunciado
a cultivar un jardín
en el que puedan volar los pájaros.
Ella buscaba un amor que no fuera de este mundo, por ello, nadie podía competir con los fantasmas de su pasado.
Quizá sea el momento de preguntarte, qué temes del mar para estar hundiendo tus propios barcos antes de salir siquiera a navegar.
Te vas porque te da menos miedo, la caída desde un tren que está arrancando, que la posibilidad de tener que saltar cuando vaya a pleno rendimiento.
Merecíamos ser verdad,
porque estábamos hechos de demasiado olvido.
Si algo he aprendido del tiempo,
es que sana las heridas del corazón,
pero agrieta las del alma.
Solo echamos de menos a alguien de verdad,
cuando nos creamos una capa en la que nos rebota la cotidianidad
y solo nos dañan los recuerdos más íntimos,
aquellos escondidos en nuestra profundidad.
Las armaduras de este siglo no están hechas de metal,
sino de miedo y evasión al compromiso.
Haz un esbozo del camino borra
y vuelve a pintar que el tiempo
ya se encargará de llenarlo de vida.
Las excusas son tan fáciles de seguir,
que te llevarán hasta incluso a donde no quieras llegar.
Soy lo que soy
y tengo lo que tengo.
Si es lo que estás buscando
puede que encuentres el paraíso
y si no,
siga circulando.
Mientras no le conociera,
nunca sería del todo real
y las cosas irreales no pueden dañarnos
si las mantenemos lo suficientemente alejadas
Así que archivó en el olvido
aquel nombre en la pantalla.
Cuéntale al mundo que fuimos dos almas gemelas en este universo eterno, hasta que el viejo tiempo decidió que ya era hora de madurar.
Seguían nadando distraídos en la piscina, como si el barco que la albergaba no se hubiera hundido hacía ya unas cuántas horas.
Antes de que te vayas
abrázame como si fuera el último avión hacia nosotros mismos,
como si nos hubiéramos reencontrado para siempre,
como si este final fuera en realidad el principio.